Principios


Nuestro despacho se ajusta en su actuación profesional a los siguientes principios:


1.- COMPROMISO: la Abogacía no es solamente una profesión. Un buen Abogado siente amor por su trabajo, se entusiasma con los asuntos de sus clientes y se preocupa por obtener el mejor resultado posible.


2.- INTEGRIDAD: el cliente debe conocer desde el principio los distintos escenarios que ante él se presentan y los riesgos que se asumen con la decisión que finalmente se adopta, siempre desde una perspectiva realista, sin promesas alentadoras que acaben por conducir a inesperados desengaños.


3.- TRATO PERSONAL: en la práctica no existen dos casos iguales, por lo que no es posible trabajar conforme a fórmulas estandarizadas. Por el contrario, cada asunto merece una atención específica y por ello el contacto con el cliente debe ser fluido y constante.


4.- ESPÍRITU COMBATIVO: para un cliente su caso es el más importante de todos, por lo que cada cuestión debe ser tratada con el máximo interés de forma que, con independencia del resultado final, el cliente tenga la certeza de que su Abogado ha defendido sus intereses con tenacidad.


5.- FORMACIÓN PERMANENTE: el estudio de las novedades legislativas y jurisprudenciales constituye una prioridad porque, como afirmó el prestigioso jurista D. EDUARDO COUTURE: "El Derecho se transforma constantemente. Si no sigues sus pasos serás cada día un poco menos Abogado".